viernes, 11 de diciembre de 2015

Lenguaje ambiguo


Ambiguo es una palabra de origen latino. Proviene de “ambiguus”, que significa obrar por ambos lados, lo que le confiere a la acción un carácter poco claro, por su falta de precisión al no inclinarse por una dirección única.

El lenguaje ambiguo es aquel que se puede entender o interpretar de más de una manera. El contexto tiene mucha importancia en la eliminación de las posibles ambigüedades; es decir, la misma información puede ser ambigua en un contexto y no serla en otro. La ambigüedad también puede ser voluntaria, para producir situaciones comprometidas, maliciosas o jocosas o puede ser casual.

Puede ser ambigua una palabra porque tenga diversos significados, o una frase porque su construcción de pie a varias interpretaciones

La perra de Ana está muy enferma
Este es un ejemplo de ambigüedad por falta de contenido

¿Por qué evolucionó el lenguaje?
Muchos científicos han mantenido que la respuesta obvia a esta pregunta es: porque es una medio para los individuos de intercambiar información. No obstante, otros científicos encuentran una gran pega a esta respuesta: la ambigüedad del lenguaje.

La eficiencia de la ambigüedad viene determinada por los intereses contrapuestos de hablante y oyente: el hablante está interesado en transmitir la màxima información posible con las mínimas palabras posibles; el oyente está interesado en obtener una compresión completa del mensaje. Para el hablante es cognitivamente menos costoso dejar que el oyente infiera ciertos significados dependiendo del contexto, liberándose de la necesidad de elaborar enunciados más precisos y complejos












También gramaticalmente se llaman ambiguas aquellas palabras que pueden usarse en femenino o masculino, como el calor o el calor.




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